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Es curioso que cuando ardes en deseos de ligar para encontrar pareja, te encuentras que, como en el juego de las sillas, todos están ocupando la suya y tu estás eliminado. Y sin embargo, en el momento en que ya has ocupado tu silla, comienzan a lloverte ofertas de amor eterno. ¿No os ha pasado alguna vez? Eso sí; si por algún motivo te levantas de tu silla, será ocupada enseguida y las ofertas estarán caducadas.
Pero ahora estoy en una etapa diferente. Ahora es cuando me quedé sin ocupar ninguna silla por voluntad propia, y comienzan a lloverte las ofertas y sólo encuentro dos motivos:
Echo unos polvos de muerte; Cosa que no creo porque, aunque los hay que repiten me he hecho muy egoista en estas lides y al contrario que en el capítulo 1, en vez de dar placer, me dedico a recibirlo, y...
La gente está falta de cariño y se aferra a cualquiera que pueda darle un abrazo, aunque sea por un momento ficticio, sexual. A veces es fácil conformarse con algo así cuando escasea el afecto.
Sea cual sea el motivo, he de reconocer que prefiero la soledad a las ligaduras del amor, por eso, una vez acabado el polvo, ni dormir juntos. Tú en tu casa y yo en la mía.