27 julio, 2006

Hasta que el polvo nos separe

Nunca he sido un tipo llamativo. Ni por guapo, ni por feo, ni alto, ni bajito. Creo que yo inventé el término...del montón.
Es curioso que cuando ardes en deseos de ligar para encontrar pareja, te encuentras que, como en el juego de las sillas, todos están ocupando la suya y tu estás eliminado. Y sin embargo, en el momento en que ya has ocupado tu silla, comienzan a lloverte ofertas de amor eterno. ¿No os ha pasado alguna vez? Eso sí; si por algún motivo te levantas de tu silla, será ocupada enseguida y las ofertas estarán caducadas.
Pero ahora estoy en una etapa diferente. Ahora es cuando me quedé sin ocupar ninguna silla por voluntad propia, y comienzan a lloverte las ofertas y sólo encuentro dos motivos:
Echo unos polvos de muerte; Cosa que no creo porque, aunque los hay que repiten me he hecho muy egoista en estas lides y al contrario que en el capítulo 1, en vez de dar placer, me dedico a recibirlo, y...
La gente está falta de cariño y se aferra a cualquiera que pueda darle un abrazo, aunque sea por un momento ficticio, sexual. A veces es fácil conformarse con algo así cuando escasea el afecto.
Sea cual sea el motivo, he de reconocer que prefiero la soledad a las ligaduras del amor, por eso, una vez acabado el polvo, ni dormir juntos. Tú en tu casa y yo en la mía.

21 julio, 2006

Cap. 5 ... y ÚLTIMO.

Y claro... llegaron también las mujeres. En este campo no solía tener demasiada suerte. Mientras mis amigos ligaban, ellas, todas me querían como a "un hermano" .Al final tuve una familia muy extensa.
Mariola fue la primera chica que me quiso como hombre, y yo a ella como mujer.Mi primer amor. Éramos muy jóvenes los dos y yo la respetaba muchísimo. Ella ya había tenido novio y había estado con chicos y yo era "virgen" en estas lides. No sabía como debía de tratar a una mujer, y lo que más me costaba era hacer un esfuerzo para que no se notase que yo había estado con hombres. Esa fue siempre mi lucha interior, con las mujeres con las que estuve. Siempre pensé que ellas podían notarlo, así que cuanto menos sexo tuviese, mucho mejor. Me concentraba demasiado, de tal manera que ni sentía placer, y creo que tampoco llegaba a darlo.
Con Lourdes fue mucho más fácil. Crecida en una familia de rito católico, no me ponía trabas a mi "falta" de deseo. Creo que en este caso era yo quien lo echaba de menos. De hecho, perdí la virginidad con una desconocida que se lo comía todo y aceptó follar conmigo, pues mi novia no me dejaba ni tocarla. Besos, polla erecta y te vas a casa. Después del polvo fui a recoger a mi chica y dimos un paseo.
No he tenido más novias, sólo escarceos y rollos de un día, pero nunca más volví a follar con chicas.Era una prueba demasiado difícil y me resultaba más sencillo con los chicos. La primera vez que follé con un chico y este me devolvió las caricias, los besos y el placer , fue cuando decidí que era gay, sin las mentiras con las que solía engañarme a mí mismo, como aquella de..:" Yo no soy maricón, porque no me gustan todos los hombres, solo algunos, por lo cual, les admiro y no les deseo". Tampoco volví a engañar a ninguna mujer. Comencé eso sí, el arduo y duro camino de aceptarme. Me costó unos siete años y mucho esfuerzo el llegar a quererme como soy, pero siempre tuve a mi lado, a mi primer amor y al resto de mis amigos.

20 julio, 2006

Cap 4 .... Fidel.

Fidel es el último de los mayores que recuerdo y el más presente. El último porque yo ya habría cumplido los 10 años y el más presente porque sigue viviendo en mi calle. Eso sí, mucho más gordo, más envejecido y con una niña de unos 7 años. Él era de los que lo tenían muy claro. A él no le bastaba una simple paja. Había que mamársela y bien. Con él no solo me sentía forzado sino que no obtenía recompensa. Jamás le sentí ni un pequeño ápice de placer. Siempre en silencio. Siempre callado. Sólo su mano empujándome la nuca a la velocidad que deseaba. La verdad es que la forma de divertirse entonces dista mucho de la Play-Station.
Ayer pasé por debajo de la ventana del Casino. ¿Recuerdan el capítulo 1? Y mientras la miraba recordando las formas del local pensé que hasta podría hacer un recorrido turístico de todos los lugares,que todavía existen, por los que pasee una sexualidad desvirtualizada. Mi primera paja fue en la bañera a los 14 años y no recuerdo pensar en nadie. Recuerdo descubrirla casi como por casualidad.
A veces,Fidel y yo, coincidimos en la calle. No me dice nada, pero no puede evitar mirarme. Yo tampoco,aunque creo que los pensamientos son distintos frente al mismo recuerdo.

19 julio, 2006

Cap 3. Phil Albert

Ahora pienso en aquella época y lo tremendo que fue todo. No pasó mucho tiempo en que desapareció Gregory y apareció Phil Alberto.Quizás sólo unos meses. Phil Alberto fue un clásico en el barrio. Era el hermano mayor de un compañero de clase de mi hermano (mmm, vaya suerte tuve yo con las amistades de mi hermano). Al principio se dedicaba a llevarnos en su coche con la oferta de enseñarnos a conducir, así que como idiotas, subíamos todos esperando a que nos llegase el turno. Nos llevaba con su coche por los caminos desiertos de la huerta, nos colocaba enre sus piernas frente al volante y mientras con una mano llevaba el volante, haciéndonos creer que éramos nosotros quienes dominábamos el coche,con la otra nos acariciaba y cuando la ocasión se lo permitía, nos besaba en el cuello, o en la mejilla.Hablo en plural porque éramos varios los niños ,en este caso. Yo ya estaba entre los 8 y los 9 años. Lo sé porque recuerdo a Phil Alberto en mi comunión. Recuerdo como si fuera ahora, el regalo que me hizo. Un estuche gigante de rotuladores y lápices de colores con todo tipo de reglas y hasta compás. El estuche era verde de doble cremallera.Cuando un día, por casualidad, comentamos que en la piscina donde ibamos a bañarnos desnudos con su hermano Jodeph y con él, nos quería mucho porque nos había besado, mis padres nos ordenaron no volver a verle nunca más. Yo no comprendía porque si alguien te quería estaba mal y no nos dieron explicación alguna para entenderlo. Sólo fue prohibición. Tuve algunos escarceos sexuales muy esporádicos con él hasta bien entrados los 19 años. Pero yo ya no le atraía. Era demasiado mayor.
Un día Phil desapareció del barrio. Se especuló que si murió de SIDA( no lo creo. No se juntaba con factores de riesgo, al menos sexuales, y tampoco creo que fueran drogas), otros dicen que si se fue de la casa cuando murió su abuela. Otros, que si está en prisión por corrupción de menores. La verdad es que yo no tengo ni idea, pero cada vez que su hermano Joseph y yo nos cruzamos, reconozco en su mirada el resentimiento, como si me culpase de lo acaecido con su hermano,sea lo que sea. ¿No resulta paradójico?

18 julio, 2006

Cap 2.Escrito en la cara


Yo debía de tener un letrero en la cara o algo así que me señalase: "ESTE NIÑO SERÁ MARICÓN". Quizás fueran esas piernas tan esbeltas y que mamá se empeñaba en que mostrara poniéndome siempre pantalones super cortos. O quizás sería esa voz chillona de soprano lírica entonando un Do de pecho, o tal vez serían los amaneramientos que podría tener un niño que se estaba criando entre mujeres, sin ningún referente masculino, ya que mis dos hermanos se deshacían de mí siempre que podían, para no cargar con el pequeño. Pero érase que sucedió, que una tarde, el mayor me llevó al cine. Todavía hoy, no recuerdo que vi; lo que recuerdo es que en la entrada coincidió con un amigo de unos 5 o 6 años mayor que él. Yo no comprendía a que venía una amistad de un chico tan mayor con mi hermano, pero en la conversación que llevaban adiviné que eran compañeros de la banda de cornetas y tambores del barrio. Y sin saber ni como ni porqué, allí me vi en primera fila del cine escoltado a la derecha por mi hermano, y a la izquierda por aquel chico. No recuerdo si fue al poco de comenzar la película, o a la mitad. Solo recuerdo que se repitió a escena. Tomó mi mano izquierda y se frotaba el paquete con ella. Yo estaba rígido como una estatua imaginando, que diría mi hermano si observase esa escena, así que al tiempo pude reaccionar y recogí mi brazo casi de un espasmo. A la salida, se despidieron y se dieron la mano. Gregory también me alargó la mano y se la di con el temor que le contara algo a mi hermano. Solo sonrió y se fue.
Pasaron unos días, cuando sonó el timbre de casa. Todavía no teníamos portero automático, así que bajé a ver quien era. Gregory me recibió con la mejor de sus sonrisas.
-Mi hermano no está- musité como para librarme de él.
-Lo sé. Es a por ti a por quien he venido- contestó sin dejar de sonreír, y me ofreció un tigretón.
Comenzamos a caminar y hablábamos de cosas y casi sin darme cuenta estábamos en el maizal que se alzaba frente a casa. Escondidos del mundo, sacó su polla y comenzó a acariciársela. Yo quedé inmóvil. Se acercó y tomó mi mano. Me sorprendí masturbándole, moviendo aquel miembro rígido en un ir y venir que le hacían agitar su respiración. Y me sentí poderoso. Era capaz de ofrecer un placer increíble, tan sólo con aquella maniobra. Comenzó a venir por mi calle, más amenudo y me iba ganando los tigretones a pulso. Poco a poco la cosa iba a más hasta llegar a la felatio. Me alegro de que al menos, fuera un chico muy limpio pero desde que comenzamos esa práctica, solo le volví a ver unas pocas veces más.

16 julio, 2006

Cap 1.Nochevieja del 73

Apenas contaba ocho años. Era la Nochevieja del 73 y la celebrábamos en el "Casino". Así se llamaba el centro de ocio de criadores de palomas que mi tía regentaba. Ella sola se hacía cargo del bar, de la terraza con las palomas, de la otra terraza en la que ella tenía su pequeña granja con gallinas y conejos y de su casa que tocaba puerta con puerta con la del Casino. Como decía, era Nochevieja del 73 y tras los brindis del año nuevo y la algarabía de música y baile deseando que el nuevo fuese más próspero, se cernía sobre mi cabeza una de mis peores pesadillas. Estaba siendo atacado por otra de esas migrañas que me acompañarían el resto de mi vida. Decidieron entoces, dejarme allí, en casa de mi tía durmiendo para venir a recogerme al día siguiente. Mi tía me acomodó en la cama de mi primo Andy, el mayor de sus vástagos que, por entonces, estaría por los 21 o 22 años de edad y que como cualquier joven disfrutaba de aquella noche en alguna fiesta con sus amigos. Regresó bien entrada la madrugada, se desnudó completamente y se acostó. A mí me despertó la luz pero no abrí siquiera los ojos.Me dolía mucho la cabeza y no tenía ganas de saludarle ni de nada, solo de dormir, así que ni me inmuté.
Pasados unos minutos noté como manipulaba una de mis manos.Pensé que estaba ocupando parte de la cama que le molestaba, así que le dejé hacer. De pronto el tacto me decía que no estaba tocando los lienzos de las sábanas, sino que mi mano subía y bajaba a lo largo de un firme "totem" recubierto por una suave piel. Se estaba masturbando con mi mano.Me daba vergüenza pensar que supiera que estaba despierto así que le dejé continuar un rato. No sabía como hacer para deshacerme de esa situación. ¡Le estaba tocando la pilila! Y papá siempre decía que eso era malo. Al final decidí acabar con aquella situación y usé la treta de dar la media vuelta, aplastando con mi cuerpo el brazo más cercano a él, para que no pudiese cogerlo de nuevo.Él trató de recuperar mi mano, pero entonces me resistí y el cejó en el intento.Entonces pensé que mi plan había resultado. Hoy creo que se dió cuenta de que estaba despierto y por eso lo dejó.
A la mañana siguiente, desperté antes que él y no pude por menos que retirar la sábana para ver que era aquello que tocaba. Quedé impactado de ver aquel cuerpo tan grande y tan perfecto, comparándolo con el mío.
Jamás hemos comentado lo sucedido en las años posteriores que nos hemos visto. Él sigue siendo el bueno de Andy. El preferido de todos los primos de la familia por ser tan bueno....
Me lo imagino yendo a ver al Papa para defender a las familias, pero¿De quién?.

Continuará . . .

12 julio, 2006

Mis Problemas con los Hombres

Sé que lo que voy a relatar a continuación podría tacharse de frivolidad, en el mejor de los casos, pero puedo asegurar que es un problema real y del que soy paciente.
Tras muchas relaciones de pareja, (si aceptamos muchas como más de... siete, por ejemplo) y habiendo hecho una gran meditación sobre ello, he llegado a la conclusión de cual es mi problema con los hombres. Es verdad que el abanico de hombres con los que he estado, ha ido abriéndose a medida que yo he ido madurando. Al principio, me enamoraban los hombres básicos, sencillos, los que despiertan el ansia animal, los que son un poco canallas porque no pueden ser otra cosa, esos que despiertan en mí la sexualidad sin más deseos que follar como un loco. Entonces, las relaciones eran casi perfectas. Nos veíamos los fines de semana y follábamos a destajo, como si fuese a acabarse el mundo, pero me faltaba algo. Necesitaba, además de un cuerpo... una mente. Así que cuando había un poco más de tiempo para nuestra relación, nos perdíamos en un mar de silencios y de incomprensiones, y follar ya no era suficiente. Y así, casi sin darme cuenta, comencé a enamorarme de los más intelectuales. Amaba sus mentes más que sus cuerpos, de tal manera que las relaciones, tanto personales como en nuestras vidas sociales, se hicieron ricas, con gustos exquisitos, refinados, y con mucha cultura. Mis relaciones volvían a ser casi perfectas. Fueron las que más tiempo me duraron y más enriquecieron mi mente, pero entonces tenía hambre; hambre del animal, del canalla que me satisficiera en la cama, y eso no se encontraba en las mentes de mis enamorados, así que pasaba la mano por la pared, o mejor dicho, por las necesidades.
Ahora no tengo pareja. Me satisfacen los canallas en la cama y dejo que mis amigos se ocupen del resto. No sé sí es la mejor opción, pero ¿Cómo tener una pareja para la vida y otra para el sexo?. En mi caso, sexo sin amor, no sólo es posible sino necesario.
Pdta. Quiero aclarar que cuando me enamoro de un hombre con mente, desaparece ese punto de morbo que me da el cuerpo, por lo que soy yo quien crea los problemas sexuales con ellos, y no al contrario. Eso sí. A todos les adoro por lo que fueron, y por lo que son.

06 julio, 2006

HABEMUS PAPAM


Plano de Valencia en el que se muestra el cinturón que el Ayuntamiento cortará al tráfico durante la estancia del PAPA en nuestra ciudad."INCREIBLE"

03 julio, 2006

Pajas

Juanola, masturbación, gayola, manola, autosatisfacción sexual, en definitiva; pajas. Esa palabra que parece prohibida por lo que genera risas nerviosas en cuanto se nombra, como si nos hubiesen descubierto en algo que pudiera semblar ridículo. Aún recuerdo aquellas amenazas : "Si te tocas, te quedarás ciego", o aquella otra de que te salía un grano cada vez que te habías pajeado.
Mi primera liberación al respecto se la debo a Bigote Arrocet, aunque suene extraño, pero recuerdo como si fuera hoy mismo que en un programa de TV hizo alusión de como había descubierto el sexo con sólo una mano, y cuando se hizo clamor de risas nerviosas pregunto: -¿Ustedes no han aprendido así? ¿He sido yo el único?- y arrancaron aplausos nerviosos para acallar a aquel humorista que estaba poniendo en evidencia sus más íntimo secreto. Nadie quiere reconocer que se masturba.
Pero si nos las hemos hecho hasta en grupo, aunque es el sexo masculino el más proclive a ejercer este tipo de ritual sexual de aprendizaje.
Cuando alguno de la panda conseguía una revista porno (no era tan fácil para los mocosos de 15 años, hace 25 ) o simplemente de chicas desnudas, como el Play Boy o el LIB, el del medio pasaba las hojas mientras el resto imaginábamos que pertenecíamos al sueño erótico de aquellas mujeres en papel couché .
Incluso hoy en día, alguno que ya no cumplirá los 40, me comenta como si de ser un héroe se tratara, que él no se masturba desde hace muchos años ,y que si no tiene sexo con otra persona, prefiere no tenerlo. Eso va a "gustos", claro .
Sólo puedo decir que a mis años, todavía no les he encontrado ningún motivo de desaprobación ni efectos secundarios perjudiciales.
Así es que las aconsejo a todo el que tenga, al menos, una mano disponible y un cuerpo con deseo personal. Y recordad que a falta de pan....buenas son las pajas.

01 julio, 2006

El Rey Tono

Fue solo una ilusión, un espejismo. Se acercaban las Navidades y pensé que era un regalo. Pero ya me lo decía a mí, Rocío: -Las cosas tan hermosas duran poco-
Después de muchas llamadas aquí y allá y otra vez aquí, conseguí reunir para cenar a una verdadera troupe de amigos. También mi Niña y Charo se sumaron al evento. Tras una cena copiosa en el restaurante RUANG –HO, fuimos a un local nuevo para la primera copa. Allí nos encontramos a otro grupo de amigos. Saludos por aquí, besos por allá, miradas picaronas por acullá llenas de picaronas intenciones. Risas y risas, ji,ji y ja,ja. Al final fuimos a la discoteca que se encontraba a tan solo 50 metros. Un antojo VENIAL para los ávidos de pecado, aunque no era esa mi intención en aquella noche. Al final, sólo entramos mi ex, Charo y yo. Los demás se disolvieron como el humo, sin dejar huella.
Bailaba yo como un descerebrado en medio de la pista, hasta que sonó uno de esos temas que no te gustan y haces huelga de cuerpo inerte mientras retumba aquella melodía. De pronto, oí una voz pegada a mi oreja que dijo desde mi espalda:
-Hola-
-¿Nos conocemos?- indagué yo con mi memoria de pez, quizás causa de la embriaguez.
-Soy tu Rey Mago- contestó con la sonrisa del que se sabe vencedor en la jugada.
- Mi Rey Mago siempre fue Gaspar- alegué yo, con tono de no dejarme vencer.
-Gaspar se ha jubilado- .Jaque mate, pensé.
-¿Y tu nombre es...? –
- Tono, soy tu Rey Tono-
Pensé que era hora de irnos, así que recogí a Charo, me despedí de los más conocidos y también de aquel nuevo rey Mago, que tenía algo, no se, que me atrajo.
Caminamos un rato hasta llegar al coche y mientras le comentaba a Charo que seguramente nunca volvería a ver al Rey Tono, mi coche pasaba por la puerta de la discoteca.¿Adivinais quien había salido y se encaminaba en busca de un taxi?
Nunca he hecho nada parecido, pero paré el coche y esperé a que estuviera a la altura de la ventanilla, la bajé y le ofrecí llevarle a casa.

Acerqué primero, por itinerario y por horario a Charo. Cuando llegamos a casa del Rey me preguntó.
-¿Subes y follamos o nos vamos a dormir?-
-Son las 9:00h de la mañana, estamos borrachos y yo muerto. Mejor dormimos y follamos otro día. Nos dimos los teléfonos, pero no tenía tampoco demasiadas ganas de enredarme en otra historia. Me enredó.
Nos vimos tres o cuatro veces más. No follamos nunca. De pronto, un día, de pasar a estar en contacto todos los días, pasó al silencio absoluto durante un mes. Sin motivos, sin explicaciones. Las veces que nos hemos visto posteriormente no se que historias me contaba de que no quería hacerme daño y tal.¿Os suena esa cantinela? ¿Quién no la ha cantado alguna vez? Que levante la mano. Recordé aquello de que un Rey sin su corona, no puede ser un rey, y de un hombre que no es hombre, no quiero saber de él.
Pasamos del color al blanco y negro en un instante. Todavía hoy no se lo que pasó. Creo que él tampoco. El único recuerdo que conservo de él es el camello que me regaló en nuestra primera cita. He de deshacerme de él, no sea que todavía le eche de menos.