19 julio, 2006

Cap 3. Phil Albert

Ahora pienso en aquella época y lo tremendo que fue todo. No pasó mucho tiempo en que desapareció Gregory y apareció Phil Alberto.Quizás sólo unos meses. Phil Alberto fue un clásico en el barrio. Era el hermano mayor de un compañero de clase de mi hermano (mmm, vaya suerte tuve yo con las amistades de mi hermano). Al principio se dedicaba a llevarnos en su coche con la oferta de enseñarnos a conducir, así que como idiotas, subíamos todos esperando a que nos llegase el turno. Nos llevaba con su coche por los caminos desiertos de la huerta, nos colocaba enre sus piernas frente al volante y mientras con una mano llevaba el volante, haciéndonos creer que éramos nosotros quienes dominábamos el coche,con la otra nos acariciaba y cuando la ocasión se lo permitía, nos besaba en el cuello, o en la mejilla.Hablo en plural porque éramos varios los niños ,en este caso. Yo ya estaba entre los 8 y los 9 años. Lo sé porque recuerdo a Phil Alberto en mi comunión. Recuerdo como si fuera ahora, el regalo que me hizo. Un estuche gigante de rotuladores y lápices de colores con todo tipo de reglas y hasta compás. El estuche era verde de doble cremallera.Cuando un día, por casualidad, comentamos que en la piscina donde ibamos a bañarnos desnudos con su hermano Jodeph y con él, nos quería mucho porque nos había besado, mis padres nos ordenaron no volver a verle nunca más. Yo no comprendía porque si alguien te quería estaba mal y no nos dieron explicación alguna para entenderlo. Sólo fue prohibición. Tuve algunos escarceos sexuales muy esporádicos con él hasta bien entrados los 19 años. Pero yo ya no le atraía. Era demasiado mayor.
Un día Phil desapareció del barrio. Se especuló que si murió de SIDA( no lo creo. No se juntaba con factores de riesgo, al menos sexuales, y tampoco creo que fueran drogas), otros dicen que si se fue de la casa cuando murió su abuela. Otros, que si está en prisión por corrupción de menores. La verdad es que yo no tengo ni idea, pero cada vez que su hermano Joseph y yo nos cruzamos, reconozco en su mirada el resentimiento, como si me culpase de lo acaecido con su hermano,sea lo que sea. ¿No resulta paradójico?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Zadig, gracias por aceptar los comments.
Solo decirte, que fuerte, pero que fuerte tu y que personalidad tan clara, para compartir tus epocas con nosotros.
Gracias guapo y un beso.

Zad ® dijo...

No, Jean.No he culpado a nadie de nada. No he juzgado. Solo he expuesto. De haberlo hecho, imagino que me dirigiría a ellos con algún que otro insulto y con sus nombres verdaderos en pos de la venganza. No es mi cometido. Sólo expongo ,mi experiencia,que deseo no sea muy extendida entre el resto.

Gracias Blue. Siempre es un placer.

No se preocupe Sr. Çafren. El coche ya no debe de existir, y.. a esta fotografía me refería cuando deseaba hacerle la operación.ejem.

Anónimo dijo...

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