Hay que ver lo que me cuesta...

Hay que ver lo que me cuesta comprender los entresijos de las nuevas tecnologías. A veces me duele la desesperanza, me arden los ojos, me hierven los flujos de no conseguir asimilar tanta velocidad. Ayer era último modelo y hoy había caducado, y todo así de rápido.Y al despertar de nuevo...otra vez la velocidad de las cosas;Que si ayer eras un niño y hoy eres tú el padre, que ¿cuanto tiempo hace que no me abrazas?, que la vida no me da tiempo así que ya te llamaré, que aunque pasen los años tú estás igual.Y por dentro, los huesos raidos, los músculos ajados y el ardor del tiempo perdido.El tiempo que mejor empleé fué el de estar a vuestro lado. El que nunca corrió cuando el placer de la vida me arropaba;el que trato de retener en cada jirón de paz y sosiego me permite la vida. ¡Hay que ver lo que me cuesta!